Si se tuvo un control reciente y todo va normal, no se cree que se deba preocupar, de todas formas se está cursando la etapa más delicada del embarazo y se debe estar muy pendiente, sobre todo si se presenta sangrado abundante, acompañado de dolor abdominal, fiebre, cólicos, náuseas o vómitos que hagan sospechar de una amenaza de aborto, que es un riesgo potencial en este momento y hasta la semana 20 de gestación.