El tacto vaginal lo realiza el ginecólogo al término de la gestación, entre otras, para poder predecir el parto que se aproxima. Mediante este tacto podrá el médico saber el estado el cuello uterino, la posición del bebé, el tamaño aproximado del bebé, si el bebé está cefálico, si la pelvis está de buen tamaño para el nacimiento del bebé, etc.