Cuando nos sumergimos en el agua y entre más profunda sea la inmersión, más presión externa se ejerce sobre el oído interno, eso puede dar origen a micro traumas o traumas francos por presión en el mismo, dando sensación de oído tapado, dolores de cabeza y hasta rupturas de tímpano por los cambios de presión que se dan. Lo mejor que se puede hacer ahora es primero una revisión por otorrinolaringología y comentar el caso con el fin de ver qué puede estar sucediendo, ya que en ocasiones se recomendaría el uso de tapones de oído al hacer inmersiones o incluso evitarlas.