Recordar que durante la quimioterapia se disminuyen las defensas del cuerpo, y las piscinas públicas pueden generar infecciones en los pacientes con tratamiento reciente de quimioterapia. Lo más recomendable es que no se use la piscina, pero si es una privada, adecuadamente desinfectada y tratada, se puede nadar siempre y cuando sea por un periodo corto, no hayan heridas abiertas o puntos de sutura y se recomienda no realizar importante actividad física en la piscina y retirar inmediatamente el vestido de baño al salir de la piscina. Cubrir el catéter central (si se tiene) con una barrera de agua adecuada, tal como Tegaderm y cinta, antes de nadar. Cambiar y limpiar el vendaje inmediatamente después de la natación.