Los bebés recién nacidos de hecho pueden ver, lo que no tienen es una agudeza visual definida: no ven detalladamente las cosas y en la medida que crecen esa agudeza va aumentando más y más. Al comienzo los recién nacidos solo ven "sombras" de los objetos que tienen en frente y poco a poco cada vez van ganando visión y ven más detalles.