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Es normal. Nuestro cuerpo está capacitado para funcionar a una temperatura constante, cuando esa temperatura corporal se altera, comenzamos a sentir excesivo calor o frío. En el caso del frío, nuestro cuerpo habitualmente comienza a tiritar, nuestros cabellos se erectan y tenemos la necesidad de abrigarnos.
En el caso suyo en particular, el hecho de pasar mucho tiempo en el agua, puede condicionar una disminución de su temperatura, ya que el agua es un elemento que por naturaleza elimina el calor, por lo tanto es normal que vaya a sentir frío. Y cuando está enfermo de gripe o alguna otra enfermedad, nuestra temperatura puede subir (nos produce fiebre), por lo que somos todavía más sensibles a los cambios de temperatura y cualquier aire moderadamente frío nos puede ocasionar esta situación.
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