Los sangrados nasales son relativamente frecuentes, pero sus causas son variadas. Como primera medida se debe revisar que la estructura de la nariz esté normal, es decir que no se tenga el septo desviado ni nada parecido. Que no haya un vaso anormalmente engrosado o muy superficial que se ulcere con facilidad. Después tenemos que considerar los hábitos de cada persona en donde la manipulación y estarse sonando frecuentemente o con demasiada fuerza, pueden causar el sangrado. También hay que considerar alteraciones de la coagulación que predispongan a sangrados con mayor facilidad. Por último, situaciones especiales como medicamentos y condiciones climáticas extremas muy secas (aires acondicionados) pueden causar el sangrado. Si el sangrado se vuelve repetitivo, se debe visitar a un otorrinolaringólogo para aclarar el diagnóstico y dar tratamiento.