Las razones por las cuales existe una disminución tanto en la cantidad como en la fuerza de la eyaculación son diversas. Algunas de ellas son la edad, los niveles de testosterona, los estilos de vida sedentarios, el alcohol y tabaquismo, la mala alimentación y el uso de sustancias prohibidas. También pueden existir problemas a nivel de la próstata o en las válvulas que conducen el semen hacia la uretra. Si esto causa algún problema durante sus relaciones sexuales le sugiero visitar a un médico especialista en Urología para que le evalúe e indique exámenes complementarios.