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La primera sugerencia es guardar la calma, ya que la enterocolitis eosinofílica es un trastorno benigno de las vías digestivas, lo molesto son sus síntomas de diarrea, pérdida de peso, anemia, náuseas y vómitos, posibilidad de desnutrición.
Si, el diagnóstico se hace a través de una biopsia de colon e íleon terminal y se puede corroborar con aumento del número de eosinófilos en un cuadro hemático y aumento de la inmunoglobulina E en la sangre, examenes que puede indicarte tu médico tratante.
Como esta patología podría estar provocada por una alergia a algunos alimentos, es recomendable suprimir de la alimentación la leche y sus derivados, la soya, maní, mariscos, pescados, cerdo y sus derivados, entre otros.
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