La mayor parte de las veces, una rodilla puede doler por lesión secundaria a un trauma (golpe), a infecciones, a movimientos mal ejecutados que lesionan la cápsula sinovial o los ligamentos de la misma, a lesiones internas en las que se afectan los meniscos y los ligamentos cruzados. En este caso y teniendo en cuenta la edad y el sexo también, se pueden presentar problemas frecuentes de desgaste de la articulación que si bien no aparecen de un momento a otro si pueden hacer doler las rodillas. De acuerdo a lo que se cuenta, parece ser más bien una lesión articular por sobre esfuerzo.