El cacahuate es un fruto seco muy nutritivo rico en grasas y, por lo tanto, en calorías. Los pacientes diabéticos sí lo pueden consumir, pero se debe controlar el tamaño de la porción que comen. Lo recomendado es el equivalente a un puñado pequeño. Lo ideal sería consumirlo entre las comidas como un pequeño tentempié. Si sufre de hipertensión, prefiera el que no tiene sal.