La penetración anal puede producir lesiones, laceraciones, en tejido del esfínter, a causa de la fricción de la relación sexual. Esto puede generar sangrado, dolor en la zona afectada. Es importante que se tenga un buen aseo de la zona afectada, aplicar paños húmedos, comer abundantes líquidos y fibra para ablandar las heces. Si el dolor y la molestia persiste se deberá consultar al médico para realizar un examen presencial y determinar la causa. Es importante que esta conducta sea realizada con una adecuada preparación, relajamiento y lubricación, además de una buena comunicación con la pareja.