Si las molestias persisten debes acudir a un médico general que examine tus rodillas de forma completa y realice un estudio imagenológico, inicialmente para descartar cualquier alteración ósea de tu rodilla.
Una de las alteraciones que puede generar dichas molestias es la ocurrencia de roces patelofemorales o entre los diferentes huesos de la rodilla. Una vez descartada la patología ósea se procede a realizar una ecografía de tejidos blandos para ver si es posible observar alguna otra alteración local. Si aún así persiste el dolor es pertinente iniciar con terapia física para rehabilitar la articulación y evaluar la necesidad de estudios mas profundos como la resonancia magnética, donde se
puede observar si la alteración es a nivel de los meniscos o ligamentos cruzados. De acuerdo a la alteración que se identifique se establecerá el tratamiento, acude con tu médico.