En ocasiones se producen inflamaciones en la vía aérea por múltiples causas que se relacionan con dolor, intolerancia al frío o a malos olores; producen congestión nasal y en senos paranasales que pueden producir los síntomas. En otras ocasiones se puede ver afectada directamente la cavidad oral, con aparición de aftas o acumulación de caseum (alimentos en amígdalas) lo que produce irritación y mal aliento. En cualquier caso, se recomienda que se consulte al médico tratante para poder evaluar con exactitud los síntomas y así dar las recomendaciones necesarias.