El dolor de cabeza puede ser reflejo de una baja en los niveles de glucosa por la falta de una adecuada alimentación en los días previos, la falta de apetito puede ser signo de enfermedad infecciosa o incluso somatización de un cuadro depresivo o emocional fuerte que no da ánimos de comer; hay que revisar estos dos aspectos para ver qué está pasando.