Los papilomas cutáneos (las verrugitas) generalmente son benignos y no suelen ser molestos, aunque pueden irritarse o molestar estéticamente. No vuelven a crecer ni formar cicatrices una vez extirpados, pero pueden aparecer nuevos tumores en otras partes del cuerpo. Se pueden retirar con diferentes técnicas, siempre realizadas por profesionales como resección con tijeras o electrocoagulación, entre otras. En general no hay complicaciones. En ciertas ocasiones puede producirse una irritación o incomodidad y es posible que sean desagradables a la vista. Consultar al dermatólogo para que pueda valorar las lesiones y definir el mejor manejo.