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Los síntomas que presenta son compatibles con dispepsia, un problema digestivo bastante frecuente pero de fácil manejo realmente en la mayoría de los casos. Este manejo se realiza con algunos cambios a nivel de la dieta y el uso de algunos medicamentos que favorezcan la digestión de los alimentos. La dispepsia puede ser primaria o secundaria como efecto de otras enfermedades como por ejemplo problemas de cólon, problemas de páncreas, problemas de hígado etc. La persona afectada debe trata de evitar comer grandes cantidades de alimento en poco tiempo, masticar muy bien antes de deglutir los alimentos, comer de forma pausada, evitar comer a deshoras, evitar lo alimentos que produzcan mucho gas en el tracto digestivo como carnes rojas, legumbres y grasas y aumentar las comidas de tipo ensalada y frutas con alto contenido de fibra que favorecen el tránsito digestivo y se digieren de forma más fácil. El ganglio no tiene nada que ver con lo anterior y puede ser síntoma de un problema en el oído, la boca o los senos parasoles por ejemplo.