El consumo diario de ají o sustancias picantes puede generar en las personas que tiene problemas gástricos aumento del ácido, epigastralgia (dolor en la boca del estómago), distensión abdominal. Si usted no padece de esta afección y tiene una ingesta controlada, no tiene algún efecto perjudicial. Recuerde que todo alimento en exceso es perjudicial.