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En cualquiera de los dos casos pueden ser normales, ya que la consistencia de las heces varía dependiendo de la dieta: del consumo de agua y fibra, o bien, la formación de gas del intestino. Por ejemplo, al consumir mayor cantidad de agua puede ser que las heces sean más blandas o floten, o bien, al consumir alimentos grasos o que aumenten la producción de gas por parte de las bacterias de nuestro colon, como es el que caso de la patilla, coliflor, repollo, entre otros. Ahora bien, en caso que las heces se acompañen de mal olor, aumenten en frecuencia o presenten elementos anormales como moco, pus o sangre, puede ser un signo de alerta que amerite realización de un examen coprológico y su valoración médica.
Te recomiendo: consumir abundante líquidos y fibras, además de realizar ejercicio habitualmente para mantener un hábito evacuatorio normal.
Espero haber sido de ayuda. Si tienes más dudas, vuelve a consultarnos. Quedamos atentos a cualquier nueva orientación que necesites.