Los riñones son unos de nuestros órganos vitales ya que realizan la importante tarea de filtrar las impurezas de la sangre y eliminan los desechos del cuerpo en forma de orina. Cuando la orina contiene una gran cantidad de impurezas, estas pueden cristalizarse (apareciendo arenilla) y acabar formando los cálculos renales. Los cálculos pueden alcanzar diversos tamaños, denominándose arenillas cuando son pequeños y piedras cuando alcanzan el tamaño de la aguja de un alfiler. Algunas veces alcanzan un tamaño mucho mayor. La causa más frecuente de la arenilla suele ser la mala alimentación, seguido de la predisposición familiar. Consejos generales para evitar problemas de arenilla en los riñones: Comer a menudo apio (crudo, cocido o en zumo) No utilizar sal ni Cloruro Potásico. Un exceso de sal favorece que se pierda calcio y se acumule en los riñones favoreciendo la arenilla. Evite tomar dieta rica en proteínas. No comer azúcares refinados ni productos que los contengan. Reducir el consumo de lácteos. Utilizar agua de baja mineralización para beber y para cocinar, hidratarse bien. Tomar un mínimo de dos litros de agua al día. Beber un zumo de limón exprimido cada mañana. Procurar estar activo. El ejercicio puede ayudar a disolver la arenilla y las piedras del riñón. Los hombres tienen 4 veces más probabilidades de padecerlos. Son realmente un problema relativamente común, lo cual no implica que no debamos de tomarlos con la seriedad necesaria. Si los síntomas persisten se debe visitar a un Nefrólogo.