Existen razones por las cuales se disminuye o se pierde el apetito. Dentro de estos están los factores como el temor a engordar, el estrés laboral o familiar, los problemas infecciosos virales como la Hepatitis, la depresión, enfermedad tiroidea, etc. Tratar de buscar un nutricionista quien podrá recomendar una dieta deliciosa, calórica y que ayude a nutrirse y ganar peso.