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La nariz de un bebé va creciendo simultáneamente con el crecimiento del resto de su cabeza y cuerpo y en forma proporcional a ello.
Su forma podrá cambiar de acuerdo a los rasgos con los que pieve predeterminado en su ADN y dependiendo de los rasgos faciales de sus padres y su familia en general.
Los huesos de las mandíbulas que dan la arquitectura a la cara, terminan su crecimiento a los 15 años aproximadamente, es ahí cuando se podrá determinar el tamaño definitivo de su nariz.
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