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Una cesárea es un procedimiento mucho más complicado que un parto vaginal, que es un proceso natural y para el cual, el cuerpo de la mujer está preparado fisiológicamente. La cesárea tiene una tasa mucho más alta de complicaciones y debería hacerse solamente cuando existe una indicación específica de la misma, como por ejemplo: estrechez pélvica, presentación fetal anómala, distocia de dilatación o descenso, problemas médicos maternos como miopía magna, entre otros. Por otro lado el parto vaginal, como ya te mencioné, es un proceso totalmente natural, en el cual la mujer si experimenta dolor, pero son momentáneos y posterior a este la recuperación es casi inmediata.
En cuestión de recursos también existe una diferencia importante, porque en la cesárea, se debe tener disponible un quirófano y todo el personal capacitado para una cirugía, en cambio, para atender un parto, un médico general tiene toda la capacidad de encargarse del mismo y necesita pocos instrumentos para llevarlo a cabo.
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