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El otorrinolaringólogo va a valorar si el niño presenta alguna condición que genere o predisponga a la presencia de amigdalitis recurrentes entre las que están el tamaño de las amígdalas, si tiene criptas (muchos huecos que le permita acumular residuos de alimentos), si presente reflujo o alguna alteración nasal que predisponga al generar infecciones en la cavidad oral. Dependiendo de esa valoración puede tomar la decisión de hacer una cirugía denominada amigdalotomía, la cual es una buena opción para los niños con estas patologías. En esta se retiran las amígdalas en la cavidad oral para evitar que presente nuevamente estas infecciones. Las amígdalas son órganos donde se acumulan células de defensa del organismo, sin embargo en la cavidad hay una gran cantidad de estos reservorios y ganglios, lo que hace que el retirar las amígdalas no afecte la salud del niño ni lo predisponga a otro tipo de enfermedades. Por otro lado, en la mayoría de ocasiones mejora la calidad de vida tanto del niño como de la familia y evita estos episodios recurrentes que si podrían tener repercusiones a futuro.