Estas molestias que tiene se puede deber a un problema de vejiga hiperactiva, esto es, una contracción sostenida de los músculos de la vejiga, los cuales provocan las molestias urinarias que tiene. Existen muchas causas para esto y son:
- Trastornos neurológicos, como los accidentes cerebrovasculares y la esclerosis múltiple.
- Diabetes la cual niega tener.
- Medicamentos que causan un aumento rápido en la producción de orina o que deben tomarse con mucho líquido.
- Infecciones agudas de las vías urinarias que pueden ocasionar síntomas similares a los de la vejiga hiperactiva lo cual también niega tener.
- Anomalías en la vejiga, como tumores o cálculos.
- Factores que obstruyen la salida de la vejiga: agrandamiento de la próstata más en adultos mayores, estreñimiento o cirugías anteriores para tratar otros tipos de incontinencia.
- Consumo excesivo de cafeína o alcohol.
- Deterioro de la función cognitiva debido al envejecimiento, que puede impedir que la vejiga interprete correctamente las señales enviadas por el cerebro, visto más en adultos mayores.
- Dificultades para caminar, que pueden generar urgencia urinaria si no puede llegar al baño rápidamente.
- Vaciamiento incompleto de la vejiga, que puede ocasionar síntomas de vejiga hiperactiva al quedar poco espacio para almacenar orina.
La causa específica de la vejiga hiperactiva puede desconocerse incluso y quedar como algo idiopático o desconocido.
Es importante llevar a cabo estas recomendaciones:
- Mantener un peso saludable. Si tiene sobrepeso, el hecho de adelgazar puede aliviar los síntomas. Las personas con mayor peso también tienen más riesgo de padecer incontinencia urinaria por esfuerzo, lo cual puede mejorar al adelgazar.
- No restringir el consumo de líquidos. Si no bebe una cantidad suficiente de líquidos, la orina se concentra y puede irritar el revestimiento de la vejiga. Esto aumenta la necesidad de orinar.
- Limitar el consumo de alimentos y bebidas que puedan irritar la vejiga. Las sustancias que pueden irritar la vejiga comprenden: la cafeína, el alcohol, las manzanas, las gaseosas, el chocolate, los jugos cítricos y de fruta, el jarabe de maíz, los arándanos rojos, los alimentos picantes, la miel, el azúcar, los edulcorantes artificiales, el té, los tomates y el vinagre. Si alguna de estas sustancias empeora los síntomas, sería conveniente evitarlas.
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