La acumulación de tejido adiposo en el cuerpo es algo que no se puede controlar, al menos no de forma voluntaria ya que la configuración adiposa del organismo primero viene determinada genéticamente y segundo, algunos factores externos (como el tipo de dieta ingerida, el grado de actividad física y la presencia o no de enfermedades en relación con acumulación de tejido adiposo) influyen. Algunos de estos factores se pueden tratar de controlar y otros no es posible hacerlo.