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Son conocidos como cálculos amigdalinos o tonsilolitos. Estos cálculos se forman por la acumulación de comida en los orificios de las amígdalas, posteriormente se agregan bacterias que están en la boca o el aire y células muertas, por lo que la comida que se alojó en los orificios se descompone y esto explica el mal olor. En ocasiones, si estos cálculos crecen mucho, pueden llegar a volverse duros y causar dificultad para tragar o respirar.
Para evitarlos puedes seguir las siguientes recomendaciones:
Si presentas dolor en la garganta, la nariz o los oídos, fiebre, dificultad para tragar o respirar, entonces será necesario acudir con tu médico de confianza, ya que podría tratarse de una infección agregada.
Espero haber podido orientarte, seguimos atentos a tus dudas.
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