No todas las mujeres logran la llamada eyaculación o "squirt". Eso depende de muchos factores, entre ellos anatómicos y psicológicos. Lo mejor es tener un buena comunicación con la pareja, tener confianza y darse la oportunidad de explorar y descubrir nuevas técnicas y puntos estimulantes que pueden ayudar a alcanzar el climax.