Por lo general el LSD tiene efectos a nivel del sistema nervioso central, causando alucinaciones y alteraciones en la percepción. También puede presentar elevaciones de la presión arterial y frecuencia cardíaca elevada.
La marihuana a su vez puede tener diversos efectos sistémicos, por eso no se recomienda su uso recreativo.
Ninguna de estas 2 drogas, a diferencia del alcohol, se asocia con daños a nivel del hígado.