No existe una base comprobada para confirmar que la pornografía en exceso pueda afectar la libido y causar disfunción eréctil. La disminución de la libido y la disfunción eréctil se relacionan con alteraciones como estrés, ansiedad, cansancio excesivo, problemas de pareja, alteraciones anatómicas como daño de las arterias y nervios que llegan al pene.