El cuerpo al estar en reposo durante las horas de la mañana y madrugada produce que la presión disminuya, al momento de despertar al entrar en actividad las cifras tienden a subir porque aumenta el flujo de sangre al aumentar el requerimiento de la misma. El cambio de posiciones también produce una disminución de la tensión arterial por ejemplo de acostado a sentado o ponerse de pie.