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La epistaxis es la hemorragia procedente de los vasos que irrigan las fosas nasales y constituye la patología otorrinolaringológica más frecuente por la que los pacientes acuden a urgencias. Generalmente no suele ser grave y es autolimitada.
Existen diferentes causas o factores predisponentes que podrían generar este sangrado, entre las cuales destacan:
Causas locales:
-Idiopática o desconocida (es la causa más frecuente).
-Procesos infeciosos o inflamatorios nasales: sinusitis, enfermedades granulomatosas como la tuberculosis, la granulomatosis de Wegener, sífilis, etc.
-Anomalías septales: desviaciones o perforaciones del tabique nasal.
-Cuerpos extraños intranasales.
-Traumas nasales o faciales: accidentales o quirúrgicos.
-Factores ambientales: Las grandes alturas tienen un ambiente seco y también una presión atmosférica más baja y pueden dar lugar a costras y hemorragia. Las habitaciones con aire acondicionado también pueden producir sequedad.
-Neoplásicas: tumores benignos o malignos de fosas o senos paranasales.
Causas generales:
Alteraciones en la coagulación, uso de anticoagulantes o antiagregantes, hipertensión arterial o diabetes, anomalías vasculares o malformaciones arterio-venosas. También los cambios hormonales pueden influir, como aquellos presentados durante la pubertad y el embarazo, produciendo un aumento de la vascularización de la mucosa nasal.
El tratamiento dependerá de la causa, la localización y de la severidad del sangrado. En los sangrados menores suele ser suficiente con realizar presión sobre la fosa nasal afectada por unos 15-20 minutos y en caso de presentarse con mucha frecuencia acudir a consulta con un otorrinolaringólogo. Si el sangrado es abundante o no se detiene se debe acudir inmediatamente por el servicio de urgencias.
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