Las indicaciones sobre los cuidados postoperatorios deben ser dadas por el cirujano tratante y seguidas con rigurosidad. Debido a las diferentes aproximaciones quirúrgicas que se pueden tener ante una fractura de tibia -siendo diferente si es en el tercio proximal, medio o distal, si es conminuta o no o si hubo compromiso vascular y/o compromiso de tejidos- se pueden esperar diferentes tiempos de recuperación.
En general cuando se hace fijación interna, el ortopedista puede recomendar el apoyo inmediato del pie y el tiempo de consolidación, es decir lo que se tardan en unirse de nuevo los 2 extremos del hueso fracturado, está alrededor de los 2 meses, siendo variables importantes la edad del paciente, su salud previa, el estado nutricional y la calidad del hueso.
En su caso ya que se trata de una fijación interna, el cuidado de la herida quirúrgica es:
- Lavado diario con agua y jabón de manera suave y secando la herida con toques.
- Cambiar diariamente el apósito.
- Sentarse en una silla mientras se baña ya que es muy importante evitar caídas.
- Evitar baños de inmersión (bañeras, piscinas, etc.) hasta que la herida esté completamente cicatrizada.
Después de este tiempo continúe el proceso de recuperación, ya que para lograr volver al estado funcional que se tenía previo a la fractura, la realización de ejercicios isométricos para recuperar la fuerza muscular es indispensable. Estos deben ser dirigidos por un fisioterapeuta. Los medicamentos a tomar deben ser estrictamente los recetados por el especialista, estos generalmente incluyen analgésicos y anti-inflamatorios y un ciclo con antibióticos.