Si fuera alguien realmente insensible no tendría afecto por los animales, es decir que insensible realmente no es. El problema radica quizás en la forma en que no hace empatía con las personas, ese puede ser un rasgo adquirido o aprendido de su personalidad a lo largo de los años que habría que investigar y trabajar de forma retrospectiva con la ayuda de psicología para tratar de determinar cuándo empezó y qué lo desencadenó. Le aconsejo que se asesore de un psicólogo de confianza que le pueda empezar a ayudar con esto.