Si el dolor es persistente y no mejora con los analgésicos comunes a las dosis indicadas, lo mejor es consultar con su seguro médico para que a través de un examen físico completo se pueda determinar la causa e iniciar el manejo más adecuado. Ahora bien si tiene adormecimiento de la cara, alteraciones visuales, dificultad para hablar, si empeora con la actividad física debe consultar por urgencias.