Esos ecos se denominan acúfenos, los cuales pueden aparecer por varias causas:
- Infecciones de oído frecuentes.
- Tapones de cerumen.
- Pérdida de audición.
- Exposición a ambientes ruidosos.
- Problemas de cervicales o de mandíbula.
- Situaciones de estrés.
- Tumores, especialmente en el sistema auditivo.
- Ciertos fármacos, como ácido acetilsalicílico, algunos antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), etc.
- Hipertensión arterial.
- El consumo de cafeína, alcohol, tabaco y drogas puede empeorar los acúfenos.
Para poder determinar cual de estas es, debe acudir al médico para que se realicen las pruebas pertinentes para saber la causa y manejarla. Mientras tanta acá algunos consejos para poder disminuir la molestia.
- Evitar ambientes demasiado silenciosos con el fin de distraer el oído con otros sonidos.
- Dormir con el televisor a volumen bajo para que el eco no predomine.
- Si “convive” con ruidos muy fuertes y no puede evitarlo (por el trabajo) usar siempre tapones específicos de protección.