La hipersexualidad es una enfermedad en un término amplio cuya principal característica es un deseo sexual violento e insaciable. El límite de lo normal no está definido claramente, pero se puede decir que existe patología sexual si las preocupaciones sexuales tienden a dominar el pensamiento consciente aun después de que el acto sexual ha sido ejecutado. O si el sexo tiene una influencia tan dominante que interfiere con otros aspectos de la vida diaria del individuo.
El término de hipersexualidad sustituye actualmente al de ninfomanía. Necesidad incontrolable por sexo de todo tipo, desde relaciones sexuales con otras personas hasta masturbación o consumo de pornografía. Frecuente estimulación genital. Esta generalmente va acompañada de sentimientos de malestar y culpa. Esta misma insatisfacción alienta la frecuencia de estimulación sexual. Libido muy activa y una obsesión con el sexo. Ese deseo sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, realizar con frecuencia llamadas a líneas eróticas y mantener relaciones sexuales con desconocidos.
Durante el acto sexual pueden estar presentes síntomas neuróticos como inconformidad general con la vida, inquietud y concentración alterada.