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Lo que has venido haciendo parece poco útil e incluso antiproducente al aumentar la agresión sobre las glándulas. La aplicación de frío local, en vez de calor, y la toma de antiinflamatorios de venta libre puede llegar a ser útil en estos cuadros de sialadenosis que suelen ser autolimitados cuando el estímulo dañino deja de estar. De cualquier manera, mientras el desorden alimenticio persista es muy probable que las medidas tomadas sean prácticamente inútiles a largo plazo.
Las glándulas parótidas se vuelven hipertróficas en las personas con trastornos alimenticios como la bulimia porque producen un exceso de saliva para proteger el esófago y la boca del ácido que viene con el vómito. Aún cuando no quieras acudir a un servicio de salud es importante que tengan en consideración las implicancias que esto puede tener en tu salud.
El manejo depende directamente del diagnóstico certero que se pueda llegar a tener, valoración que suele incluir la realización de ecografía y la medición de niveles de amilasa. En casos extremos la cirugía es la única opción viable especialmente cuando hay riesgo de parálisis facial o deformidad facial.
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