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El dolor en el cuello o cervicalgia, en la mayoría de las ocasiones no es grave y suele ser el resultado de una sobrecarga o un sobreesfuerzo de los músculos del cuello, o de una lesión traumática, generalmente produce síntomas como: dolor a la movilización, rotación, flexo-extensión, sensación de rigidez.
Su tratamiento suele ser sintomático logrando un pronto alivio de los síntomas, se puede hacer uso de medios físicos como: bolsas de gel frías y/o calientes para usar sobre la región cervical, consumo de analgésicos y relajantes musculares de venta libre como el paracetamol y metocarbamol, uso de cremas para realizar masajes relajantes, acudir a terapia física y mejorar la higiene postural; en caso de que el dolor se intensifique, postergue o empeore, puede ser signo de alarma y se aconseja valoración médica presencial.
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