Los ictus pueden ser de 2 tipos: hemorrágicos e isquémicos, siempre que sucede uno de ellos debe hacerse evaluar idealmente por un médico neurólogo o mínimo por un médico internista. Este tipo de situaciones médicas pueden llegar a ser urgencias y requieren un manejo adecuado y preciso, además de una muy buena evaluación para buscar las posibles causas. No dé espera con ese tipo de cuadros clínicos para consultar.