La uña puede caerse por debilidad de la misma, por zapatos apretados, por humedad prolongada de la misma, por enfermedades propias como hongos, por golpes o traumas sufridos con alteraciones de la matriz ungueal. Lo que señala de ver ya la uña nuevamente es bueno pero habría que ver si esa uña nueva está sana o debilitada para prever una nueva caída de la misma.
Evite usar zapatos cerrados, apretados, calientes. Si continúa o ve alguna alteración de la misma, consulte con dermatología.