En los primeros 10 días es indispensable el reposo absoluto. La situación ideal es un niño aburrido, semisentado en la cama viendo televisión. Puede levantarse para ir al baño, pero tiene que hacerlo con cuidado y vigilado por sus padres. No debe agacharse, ni moverse bruscamente para evitar sangrado. También en los primeros días debe tener una alimentación blanda y controlar el dolor, así como ejercicios cognitivos de escritura y lectura para mantener activos los procesos mentales.