La depresión clínica debe cumplir con una serie de síntomas que se encuentran claramente contemplados en la literatura médica, especialmente en el manual DSM-IV referente actual de psiquiatría para tal fin. El tratamiento si bien hace uso de medicamentos, también puede incluir terapias psicológicas individuales y grupales e igualmente dependerá de caso caso en particular la forma en que estas medidas se apliquen. Se puede tener una misma enfermedad, pero cada persona responde de forma diferente a la misma y tiene desencadenantes particulares también.
La actividad física favorece la distracción de la mente de la persona, lo que favorece alejar el sentimiento de ánimo bajo, además de todas las propiedades positivas comprobadas de la actividad física regular.
Con respecto de su miedo al Alzheimer, no todas las depresiones son Alzheimer y no todo Alzheimer presenta tampoco depresión. Entonces no se debe alarmar más de lo necesario sin razón. La enfermedad de Alzheimer igualmente tiene un comportamiento clínico característico que configura su sospecha clínica, entonces no se asuste.
Siempre se ha considerado que el paciente con depresión clínica comprobada sea tratado por un equipo interdisciplinario de forma ideal, este debe tener un psicólogo y un psiquiatra ojalá trabajando al tiempo y también un trabajo de los familiares más cercanos y de la pareja o núcleo familiar del afectado. También pueden formar parte del equipo terapeutas ocupacionales o inclusive los instructores físicos en su caso.