La rinitis alérgica es una condición médica bastante frecuente en la población, por lo general se transmite la predisposición a ser alérgico de forma genética ya que se ha observado una correlación directa entre su presentación y el antecedente de padres alérgicos en los pacientes. Controlarlo depende directamente de la exposición al o a los alergenos a los cuales la persona es sensible, en ese orden de ideas es importante investigar cuál o cuáles son para evitar su contacto o exposición.
Tipos de alergenos hay muchos, los más frecuentes son: polen de plantas, polvo casero, ácaros, caspa de animales (pelos, plumas, etc.) y agentes irritantes ambientales. El manejo de los síntomas clínicos en fase aguda se puede hacer con antihistamínicos, corticoides y estabilizadores de membrana de mastocitos de uso nasal (spray).
Investigue con un alergólogo a qué es alérgico para empezar el mejor manejo, también puede ser necesaria la intervención de un otorrinolaringólogo.