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No es cierto, la carne roja hace parte de la alimentación humana, y un consumo moderado contribuye en la adquisición de nutrientes particularmente una buena fuente de proteínas, vitamina B12, folatos y hierro.
El consumo de carne roja puede mantenerse a menos de 3-4 porciones a la semana, alternando con otro tipo de alimentos o carnes como la de pollo o pescado.
La carne no se "pudre" en el estómago, lleva a cabo un proceso de digestión en el que se reducen sus componentes a unos más pequeños que serán absorbidos. Aquellos que no es posible procesar serán eliminados en las heces, proceso que también ocurre con los vegetales (la fibra en la dieta, son carbohidratos que no se degradan).
Por otro lado, si desea llevar una alimentación sin ningún tipo de carne es importante que reciba la asesoría apropiada para evitar deficiencias nutricionales y mayores inconvenientes a largo plazo.