El niño en esa edad está explorando, descubriendo y aprendiendo todo su mundo: lo que ve, lo que le rodea pero también está descubriendo su cuerpo, su cara. Por ello sus manitas las llevará a la cara, a la boca, al igual que todos los objetos que pueda coger o que le den. Si usted lo ve con irritabilidad al frotarse la piel de su cara, evalué con atención esa piel y trate de que siempre esté humectada, que no tenga ninguna aspereza y alteración.