Si es un clavo plantar o vulgarmente llamado "ojo de pescado" sólo puede resolverse con una pequeña cirugía que la hace el dermatólogo. Si es sólo callosidad, puede introducir el pie en agua tibia a la que puede agregar aceite de almendras por unos 15 minutos y luego con mucha suavidad raspar con piedra pómez y luego aplicar una crema humectante. Esto último hacerlo por unos 15 días seguidos.