La migraña es una enfermedad multifactorial en la cual intervienen varios factores y vías desencadenantes del dolor. En este orden de ideas, se pueden controlar ciertos factores externos que pueden precipitar los episodios agudos: alimentos y bebidas carbonatadas, alcohol, algunas carnes, falta o exceso de sueño, cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, exposición crónica a aparatos electrónicos, elevadas altitudes. Sin embargo cuando existe la presencia de un episodio migrañoso este debe controlarse con fármacos analgésicos.