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Ambas imágenes permiten visualizar lesiones que se encuentran a nivel encefálico (conjunto de estructuras protegidas por el cráneo). La diferencia radica en el uso de medio de contraste (gadolinio), el cual es una sustancia que se inyecta en el organismo antes o durante la realización de la resonancia magnética, con el fin de caracterizar ciertas lesiones en el encéfalo. El contraste permite la visualización más clara de ciertas patologías presentes en las estructuras encefálicas.
La mayoría de las patologías pueden ser visualizadas con una resonancia magnética simple, sin embargo, algunas indicaciones para la realización de una resonancia magnética con contraste son: caracterización de tumores cerebrales, enfermedades desmielinizantes (esclerosis múltiple), infecciones del sistema nervioso central, tumores en las orbitas, nasofaringe y partes blandas del cuello.
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