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No llorar no es malo, muchas veces sentimos las ganas de llorar pero no llegan o no salen las lágrimas. Lo importante es saber que no es porque lo estemos reprimiendo o evitando, si no, porque simplemente no se da.
Todos tenemos forma de reaccionar frente al enojo, no existe una manera adecuada de hacerlo, sin embargo, lo aconsejable es no dejarnos llevar por las emociones que estamos experimentando en ese momento.
Si tienes ganas de llorar y vienen las lágrimas, bienvenidas, pero si no, no te preocupes y sólo siente el enojo.
Recuerda respirar profundo e intentar ser lo más racional en esos momentos.
Espero haberte podido ayudar.